La pequeña comunidad de Buenos Aires en el distrito de Chame, presentó uno de los mejores y más completos monumentos eucarísticos. ( que por cierto este año, en muchos sitios decayeron mucho) El sólo hecho de colocarse frente a él era una completa invitación a adorar al Señor en la Eucaristía.


De manera curiosa, lo imponente de este monumento radica en la sencillez y elementalidad del concepto, sin formas rebuscadas ni estrambóticas.
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